Berto, el pensamiento y el resto…

Berto, en realidad, se llama Alberto, pero todos le llaman Berto. Va a tercero de primaria en el Colegio Destornillador. Os preguntaréis por qué tiene ese nombre tan raro. La respuesta es muy sencilla. Cada vez que alguien se equivoca o dice una tontería que los demás no entienden, todos se llevan el dedo índice a la altura de la sien (en la cabeza, justo al lado de la ceja derecha) y mueven el dedo como si abrieran y cerraran una botella de zumo de frutas. Lo mismo que se hace para aflojar y apretar tornillos.

Sus mejores amigos son Juanpe, Nano y sobre todo Sultán. Sultán es un perro muy listo que sabe hablar, lee perfectamente (y no es un farol, ya lo veréis más adelante) y siempre tiene ganas de jugar con él.

Berto y Sultán, junto con Juanpe, Nano y Sayuri, se van a ver envueltos en una aventura que los va a llevar hasta la China, sin saber muy bien cómo volver.

Pero para eso están los padres, que aunque parezcan a veces unos pesados, tienen buenas ideas para traer a sus hijos de regreso de tan loca aventura.